En este curso vamos a intentar explicar las nociones básicas necesarias para llevar a cabo un proyecto integral, dirigido en un principio por un interiorista.
Hoy en día el mercado ha cambiado bastante, los
medios de comunicación han difundido los conceptos de la decoración haciendo que el cliente sea
más exigente. Esto exige una mayor profesionalidad por nuestra parte.
Estos medios de comunicación son también muy
útiles para nuestro trabajo, informándonos en
tiempo real de las distintas tendencias, así como
nos ayuda a mostrar nuestro trabajo al mundo.
Debemos establecer en principio las diferencias (que normalmente no
se hacen) entre Decorador e Interiorista.
El trabajo del Decorador se enfoca, fundamentalmente a la distribución
del interior de una vivienda, disposición del mobiliario, color, aplicación
de materiales etc. Su trabajo no incluye proyectos más amplios.
Por el contrario el trabajo del Interiorista abarca un campo más amplio.
Debe ocuparse de todos los campos que abarca un proyecto integral.
Su papel ha sido definido por la International Interior Design Asociation
de la siguiente manera.
Analiza las necesidades del cliente.
Integra sus conclusiones y sus conocimientos como interiorista.
Formula ideas de diseño preliminares que resultan funcionales
adecuadas y estéticas.
Desarrolla y presenta una serie de indicaciones finales de diseño
de una forma adecuada utilizando los medios necesarios.
Presenta los planos de obra y especificaciones de los elementos
constructivo no portantes del proyecto, materiales, acabados,
planificación del espacio, mobiliario, instalaciones y equipamientos.
Colabora con los profesionales técnicos necesarios para realizar
un proyecto según normativa (arquitectos, aparejadores, instaladores etc.).
Se encarga de la administración de los contratos y ofertas necesarias para la realización del proyecto en calidad de agente del
cliente.
Revisa y tutela la ejecución de las propuestas de diseño realizadas en el proyecto, hasta su finalización.
